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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Libros Sagrados: El Libro Tibetano de los Muertos



Bellas Almas,

Como ya os indiqué vuelvo hoy con vosotros con un artículo donde hablaremos de uno de los muchos libros Sagrados que desde tiempos ancestrales existen y que en ellos se encuentra muchas veces de una forma en la que ni nosotros mismos sabemos no solo sabiduría antigua, sino las respuestas a muchas de nuestras preguntas en la vida, ya en el blog hablamos sobre lo que el Zohar, un libro esencial dentro de la corriente hebrea de la Kabbalah representa, hoy expondremos la visión de un libro importante dentro de la religión, de las creencias y de la cultura budista, pues ya sabeis que la base del budismo es la reencarnación, es decir la vida del alma después de la muerte fisica y su posterior reencarnación en otros cuerpos, el hecho de creer en la reencarnación es algo no solo básico para el camino espiritual y del alma, pues aquellos que no acepten o no crean en la reencarnación, en la vida del alma, en las otras vidas, les será difícil poder aceptar muchas cosas no solo en nuestras vidas actuales, sino sobretodo en el camino espiritual de las almas/llamas gemelas, pues como ya he mencionado en multitud de artículos, todo y cuando digo todo, me refiero a todo, lo que en nuestras vidas actuales atravesamos, vivimos, sentimos o no sentimos, creemos o no creemos, aceptamos o no aceptamos, sufrimos o no, comprendemos o no, no tiene origen en esta vida actual, sino en las vidas pasadas, y todo y aqui también cuando digo todo, me refiero a todo, lo que en esta vida actual hagamos o no, en positivo o en negativo, tendrá efectos en nuestras vidas futuras, aunque por momentos podamos no creerlo...por eso es de suma importancia el tener cura de nuestros actos, de nuestras palabras y acciones, de nuestros gestos, de nuestras vidas, pues no solo estamos "limpiando" los restos de errores de vidas pasadas, sino que ademas estamos construyendo las bases de nuestra vida futura y aunque pueda parecer un juego de palabras no lo es...

El Libro Tibetano de los muertos o "Bardo Thodol" como es conocido en el Budismo que en tibetano significa “liberación en el estado intermedio a través de la audición”, es un texto funerario que es leído en presencia del fallecido para calmar la conciencia de la persona y de esta forma se busca ayudar su transición de los planos existenciales de la vida a los de la muerte.
Es una guía de instrucciones para los fallecidos y los moribundos, en virtud de que se considera que la muerte dura 49 días, después de los cuales sobreviene un renacimiento en el ciclo del renacimiento. Según la tradición, el libro fue escrito por Padmasambhava, el fundador del lamaísmo tibetano, en el sigloVIII. Con independencia de su claro contexto budista, el Bardo Thodol puede ser concebido como un libro de preparación adecuada para la muerte. 
El libro es leído al moribundo o al recién fallecido como una auténtica guía para que el difunto comprenda el período de su existencia actual (muerto), y para, así, penetrar en el nuevo mundo que la muerte representa o en el proceso que debe seguirse después de que se fallece.

Para todos los que estamos en este camino espiritual es de suma importancia bajo mi humilde opinión, el comprender cosas relativas al proceso de la muerte y de la reencarnación, sobre las Leyes Universales, sobre todo la Ley de Causa y Efecto, o Ley del Karma, que es el motivo principal por el cual, las almas deben/debemos reencarnar hasta que el saldo kármico haya sido eliminado, como siempre comento, el Karma, no se limpia con decretos, no se elimina como meditaciones, sino que el Karma se debe vivir y atravesar en nuestras propias personas, para comprender que todo lo que hayamos hecho y hagamos a los demás, lo comprenderemos cuando nosotros vivamos lo mismo... y que una vez el Karma esté saldado, es cuando el alma puede escoger si encarnar o no, libremente porque ya habrá salido de la Rueda del Samsara, que es la rueda de las reencarnaciones, para ir hacia vidas de Dharma que son vidas libres de sufrimiento, de karma, donde todo es favorable...pero para llegar allí, primero hay que expiar los errores que en vidas pasadas o incluso de esta misma se pueden haber hecho o se puedan hacer, por eso la conciencia espiritual es tan importante en esta vida, y a este despertar espiritual ayuda y mucho el encuentro/reencuentro con nuestra alma gemela.

En el Libro Tibetano de los Muertos en uno de sus capítulos, se nos habla de una vez el alma, ya ha dejado el cuerpo fisico, y atraviesa los estadios de los planes astrales, en un momento de ese viaje, puede ver por fin, lo que en esta vida ya terminada se comprometió a realizar o no, es decir puede ver sus pactos, sus desafíos,sus pruebas que desde antes de encarnar en la vida que acaba de terminar se comprometió a realizar, es decir, lo que en un artículo del blog ya comenté, acerca del Libro del Alma, es decir, en ese momento podemos ver el Libro de nuestra alma, que es el Libro de nuestra vida eterna, y si todo lo que dijimos que haríamos, superaríamos, entenderíamos, saldaríamos etc...se ha cumplido, y no hemos generado Karma alguno, hemos dado un paso inmenso para salir de la Rueda del Samsara y acceder ya a una vida de Dharma, de no ser así, el alma, no puede subir en los escalones, en los peldaños que llevan a los plano superiores de Luz, donde existen las energías divinas y debe aun seguir con su rueda de reencarnaciones.

Para terminar este artículo os dejo con un pequeño fragmento del Libro Tibetano de los Muertos, donde cada uno siempre debe quedarse con aquello que le resuene en su corazón y crea o sienta como cierto. En otro artículo que dedicaremos a los Libros Sagrados, hablaremos del Libro de  de Ra y el Libro de Amon-Ra, que son los Libros Egipcios de los vivos  y muertos,  libros que guardan muchos secretos acerca de las almas y de la magia, Libro que en su dia fue usado por Isis, alma gemela de Osiris, para traerlo de vuelta de entre los muertos...

Yo vuelvo dentro de unos dias con mas artículos.

Miles de Bendiciones de Paz, Luz y Amor desciendan sobre vosotros

Con Amor
Sylena (alma gemela y guerrera del amor verdadero)




El Libro Tibetano de los Muertos o Bardo, que da nombre al texto, se convierte en una suerte de estado intermedio entre la muerte y el renacimiento o la liberación. 
Para el budismo tibetano, al morir, la conciencia de un individuo entra en el bardo, que tiene una duración de cuarenta y nueve días, antes de renacer en otro estado de reencarnación (humano, divino, demoníaco, animalesco,fantasmal o infernal), de acuerdo al karma poseído.

Las persecuciones del budismo en Tíbet a lo largo del siglo IX, motivaron el ocultamiento del texto, tras una serie de ceremonias, en cuevas y lugares recónditos.
Tras la expulsión de gran número de budistas de la montañosa región tibetana, muchos ejemplares permanecieron escondidos, hasta su recuperación en las siguientes centurias, momento en el que adquieren el nombre de Termas (derivado del término Gter, tesoros),
mientras que los propagadores de sus enseñanzas se llamaron Reveladores del Tesoro, Bardo Thodol es un texto que trata el ciclo total de la existencia samsárica, entre la muerte y el nacimiento. Los ritos mortuorios que aquí se plantean tienen un gran parecido con aquellos egipcios narrados en el Libro de la Salida a la Luz del Día (Libro de los Muertos), como ocurre con la  del principio de la conciencia después del “desmayo”, que sigue inmediatamente a la muerte, y el acostumbrar al difunto en su nuevo medio ambiente o, incluso, con el pesaje del alma por la divinidad tibetana deDharma-Raja o Shinje-chho-gyal (Rey de los Muertos), quien sostiene un espejo donde el alma se observa en su completa desnudez mientras su siervo Shinje (un mono) va colocando ante él guijarros negros y blancos, de forma parecida al pesaje del corazón del difunto con la pluma de la Diosa de la Verdad, el Orden y la Justicia egipcia (Maat).

Es probable que el texto recoja también, esencialmente, rituales de la religión Bon, que prevalecía en el Tibet antes de la llegada del budismo.
El primer Bardo, llamado "Chikhai" o Estado Transitorio del Momento de la Muerte es el que ocurre inmediatamente después del deceso, cuya duración es entre 3 días y medio y cuatro. En este estado aparece la Clara Luminosidad, primero como pureza primordial, aunque posteriormente el que percibe (el muerto), incapaz de reconocerla, es decir, incapaz de aferrarse y de permanecer en ese estado debido a su karma de mente no modificada, la percibe como oscurecida. Cuando este Bardo finaliza, el difunto despierta al hecho de la muerte; se hace, por lo tanto, consciente de su cambio de estado, y empieza a experimentar el segundo Bardo, denominado "Chonyid" o Estado Transitorio de la Realidad, momento de la confrontación con las Divinidades Apacibles y las Divinidades Irritadas (desde el octavo al décimo cuarto día). 
El difunto se encuentra bajo la ilusión (a menos que sea un iniciado y que haya despertado la conciencia ante los diferentes cambios de estado y sea, en consecuencia, capaz de discernir) de que aunque está muerto, todavía posee un cuerpo de carne, huesos y sangre y, además, se le aparecen visiones simbólicas creadas por sus propios reflejos karmicos motivadas por las acciones y pensamientos que creó cuando se hallaba en su estado de conciencia física que pertenece a la personalidad. En el momento en que el difunto se percata de que en realidad no posee un cuerpo físico real empieza a desarrollar un descollante deseo de poseer uno y, al hacerlo, entra inmediatamente en el tercer Bardo, denominado "Sidpa" o Estado Transitorio del Renacimiento, que finaliza cuando el principio de la conciencia renace en el mundo humano o en algún otro de los diversos mundos de renacimiento.

El Bardo Thodol busca, esencialmente, liberar a los seres encarnados, su correcta lectura hará que los devotos con un entendimiento avanzado hagan la transferencia en el momento de morir, sin pasar por caminos intermedios, yendo directamente por el gran camino derecho y ascendente. Aquellos menos entrenados en los asuntos espirituales,una vez que reconocen  la Clara Luz en el Chikhai Bardo, irán por la vía ascendente también, pero los que están por debajo de estos sólo serán liberados, en función de su capacidad propia y sus conexiones kármicas, cuando las deidades apacibles y las Irritadas brillen sobre ellos en el Chonyid Bardo. Los que tienen un buen karma débil,cuyo oscurecimiento es enorme por culpa de sus males acciones, deben errar cada vez más hacia abajo hasta el Sidpa Bardo, donde habrá varios tipos de confrontaciones y llamadas. 

Los que tienen una relación karmica más tenue aun, porque son incapaces de reconocer, caen desesperadamente bajo el predominio del terror. Estos fallecidos tienen que pasar por diversos grados de enseñanza para escoger una puerta de las matrices.
Incluso el más bajo, el que proviene del orden de los animales, es capaz, por la aplicación del refugio, de evitar entrar en la desgracia, adquiriendo un cuerpo humano, libre y bien dotado, para que en su próximo renacimiento pueda encontrar y ser guiado
por un gurú virtuoso y obtenga votos que lo salven. 

Fuente Libro Tibetano de los Muertos/Casa del Tibet.







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