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viernes, 4 de octubre de 2013

LOS PECADOS CAPITALES/LA ENVIDIA

Mis Amores,

Siguiendo con este pequeño ciclo que hemos empezado sobre los pecados capitales, hoy voy a hablaros  sobre la Envidia, también como en otros de estos escritos os he manifestado cuando a nuestra mente nos viene la palabra envidia, todos pensamos en ese sentimiento de querer tener o poseer cosas que otras personas tienen y nosotros no; la envidia es ese sentimiento o estado mental en el cual lo persona que lo experimenta siente dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas, también puede expresarse como tristeza o pesar del bien ajeno, o como  el deseo de algo que no se posee.
En términos médicos la envidia ha sido definida por diversos términos según los diagnósticos psiquiátricos, El que más ha marcado redundancia en los últimos tiempos, es la frase citada por el Doctor Saúl F. Salischiker: "Cuando una persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de sus triunfos… Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que estas tratando con una persona psiquiátricamente enferma
 Desde el punto de vista religioso la envidia forma parte de esos pecados capitales, y es llamado capital porque a su vez genera otra serie de pecados o vicios, el término “capital”  no se refiere a la magnitud del pecado sino que además de generar a otros pecados, rompe con el amor al prójimo que proclama el Maestro Jesús.
Dante Alighieri en su poema “El Purgatorio” define la envidia como "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." El castigo para los envidiosos es el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer.
Numerosos escritores  y psicólogos han considerado y definido a la envidia como una de las causas mas frecuentes de la infelicidad y como un sentimiento de inferioridad, haciendo que la persona que la sufre sienta también un complejo de inferioridad.

 Como siempre os digo también os voy a manifestar mi opinión desde el punto de vista espiritual, comparto totalmente lo antes expuesto, no solo la envida es un sentimiento que nos hace tener o sentir angustia, inferioridad e incluso infelicidad sino que como es otros aspectos negativos que a veces surgen en nuestras vidas, la envidia no nos deja crecer ni como personas ni como seres de luz, ya que hace que estemos mas pendientes de los bienes, atributos o beneficios que tienen las demás personas que de nosotros mismos, en nuestro caminar hacia adelante, sentir envidia, pero esta clase de envida (que es malsana) hace que las personas que la sientan se atormenten a ellos mismos, pensando sin cesar en lo desdichados que son o que se sienten por no poder tener eso a aquello de los demás tienen y que a ellos les gustaría  tener, como en otro escrito de este ciclo ya he manifestado, el tener según que clase de pensamientos o actitudes no solos nos aleja del Amor de Dios Creador y de su luz, sino que además nos genera un campo vibracional muy negativo, y os vuelvo a recordar que así como vibramos así atraemos en nuestras vidas...
Hay otra clase de envidia por llamarla así, pero no es esta clase de envidia malsana que también nos corroe por dentro, sino que es un y pongo entre comillas “una envidia sana” que hace que nos alegremos de cosas positivas que le pasan a otras personas, muchos de vosotros seguramente os habréis cansado de escuchar la famosa expresión que en alguna que otra vez en la vida se ha dicho de “que envidia me das” pero es un comentario en un tono y en un concepto totalmente diferente, ya que en esta expresión en cierta forma no dejamos de alegrarnos por lo que aquella persona le pasa, pero para que este comentario no se convierta en envida malsana y en sí mismo en un pensamiento perturbador debe ser dicho como siempre desde el corazón y con la verdadera alegría que esa acción positiva que le ha pasado a esa persona realmente no alegra, siendo así, mas que la expresión envidia sana será  transformado en un sentimiento que nos generara alegría en nuestro interior, ya que es de almas grandes, buenas y nobles alegrarse de todas las cosas buenas que en la vida pasan a los demás, porque Dios es grande y grandes deben ser aquellas almas u personas que deseen en el interior de su alma y de su corazón avanzar y evolucionar en el camino de la luz y de espiritualidad, y la grandeza de las almas y en consecuencia de las personas que en su interior llevan a estas almas siempre deben ser grande y llenas de amor y de buenos sentimientos.
Así que queridos míos recordad la envidia así como los otros demás “pecados “o sentimientos  no solos nos aleja de Dios, de su luz y de su Amor, sino que general a nuestro alrededor una espiral de tristeza, de negatividad, de angustia, de sufrimiento para aquellas personas que en su interior sienten ese sentimiento de tener o poseer a toda cosa y por encima de todo los bienes, o demás que otros poseen y ellos no, sino que también frena nuestro avance en la escuela de la Vida Espiritual y que es de almas grandes, puras y nobles el alegrarse desde el corazón por  todas aquellas cosas, actos o situaciones buenas  que en la vida pueden suceder y suceden a las personas, y porque Dios Creador nuestro Padre-Madre Eterno ,nos ha creado para que siempre en nuestro interior tengamos la capacidad de valorar, agradecer, alegrarnos y amarnos por lo que somos, por lo que tenemos y por todo lo que de bueno y positivo hay en nuestras vidas diarias y humanas que es mucho lo que debemos agradecer, es mucho lo que debemos valorar, es inmenso lo que debemos alegrarnos por lo que nosotros solo por el hecho de estar vivos ya tenemos, y sobre todo El no nos ha creado para envidiemos nada ni a nadie ya que para el todos somos iguales y nos ama a todos por igual, porqué para el todos somos sus Hijos, sin distinción de raza, edad, religión, bienes materiales ,para el todos somos iguales, no lo olvidéis, nuestras acciones en esta vida marcan y marcaran nuestras acciones venideras, nuestra vida y nuestra felicidad o no, dependen únicamente de nosotros mismos y de nuestras acciones en esta vida, por tanto, y como en otras ocasiones os he manifestado delante de todas estas situaciones solo hay una cosa y una fuerza que nos puede “salvar” y ayudar que en la fuerza del Amor y nuestro amor hacia Dios Creador
Esperando que este escrito como siempre no solos os guste sino que os pueda ayudar a comprender que nada tenemos que envidiar en los demás, ya que nadie en esta vida es mas que nadie, porque todos somos iguales delante de los ojos de Dios Creador, os dejo hasta mis próximas  líneas deseándoos como siempre que seáis felices, que  vuestras vidas estén llenas de paz, de amor, de luz de tranquilidad y que el Amor sea siempre y como siempre nuestro único refugio.
Miles de bendiciones de Paz, Luz y Amor desciendan sobre vosotros
Un abrazo de corazón!
Sylena


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